<< - ¿No pensabas dejarme?-
pregunta.
- ¡No!
Vuelve a cerrar los ojos y todo su
cuerpo se relaja. Cuando los abre, veo su dolor y su angustia.
- Pensé… -Se calla-. Este soy yo,
Ana. Todo lo que soy… y soy todo tuyo. ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta
de eso? Para hacerte ver que quiero que seas mía de la forma que tenga que ser.
Que te quiero.
- Yo también te quiero, Christian, y
verte así es… -Me falta el aire y vuelven a brotar las lágrimas-. Pensé que te
había destrozado.
-
¿Destrozado? ¿A mí? Oh, no, Ana. Todo lo contrario. –Se acerca y me coge la
mano-. Tú eres mi tabla de salvación –susurra, y me besa los nudillos antes de
posar su palma contra la mía.>> Cincuenta Sombras más Oscuras, de E. L. James.Laters, baby...
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