Cierro los ojos. Es la primera vez desde que le conozco que realmente quiero esto. Lo necesito.
- Sí -susurro.
- ¿Por qué? -pregunta en voz baja mientras me acaricia el trasero con la palma de la mano.
[...] - ¿He de tener un motivo?
- No, nena, no hace falta -dice-. Solo intento entenderte.>> Cincuenta Sombras más Oscuras, de E. L. James.
Si hay mutuo acuerdo, esta práctica pone a 100!! Os lo digo por propia experiencia: liberad la diosa que lleváis dentro!!
Laters, baby...
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